El 7 de mayo de 1977, un comando de Aeronáutica secuestró a Pilar en plena calle y fue llevada a lo que se conoció como "la Mansión Seré", un centro clandestino de detención de esa fuerza instalado a dos cuadras de la estación Ituzaingó. Esa noche Pilar soñó con su familia - esposo, hijas, padres- inmóvil en una foto fija y despidiéndola con un gesto de la mano. Ese día comenzó su recorrido de año y medio por un infierno que prosiguió en otros campos de concentración: la comisaría de Castelar, la ex casa de Massera en Panamericana y Thames convertida en centro de torturas del Servicio de Informaciones Navales, y finalmente la ESMA.
Hace unos días, 24CON se comunicó con la escritora e investigadora, durante la charla habló del centro clandestino de Thames y Panamericana:
"Thames y Panamericana era la casa del COARA, el Comandante de la Armada -por sus siglas en castellano. La casa de Massera, casa elegante, de “gente bien”, devenida en centro de secuestro y tortura. Manejada por el SIN, fue parte del circuito desaparecedor de los años setenta, es decir, un centro clandestino de detención de personas.
Yo y muchos otros permanecimos secuestrados allí: Máximo Nicoletti y María Cecilia Peuriot (aunque no quieran declararlo), Massimo Cargnelutti, Edgardo Moyano, Fernando Kron, Patricia Álvarez, Analía Álvarez, Luis Sánchez son algunos. Hay más, muchos más, aunque probablemente no pasó un gran número de gente por la casa de Thames y Panamericana. Pero ese no es el punto; pasó gente, gente que fue humillada, maltratada y asesinada.
Es cierto que el SIN se movía dentro de la ESMA; es cierto que allí tenía sus propios espacios para torturar primero y “trasladar” después a sus víctimas. Pero también es cierto que entre el SIN y la ESMA existían rivalidades y competencias que no les permitían compartir siempre la información o por lo menos no de inmediato. Así que la casa de Thames y Panamericana fue la primera escala de muchos secuestrados del SIN, posteriormente enviados a la ESMA. Los llevaban allí cuando recién eran detenidos o bien cuando formaban parte de alguna operación que se intentaba mantener bajo reserva, por lo menos por un tiempo.
Diferentes cuartos de la casa e incluso los baños se utilizaron para encerrar a los prisioneros, custodiados por una docena de oficiales y suboficiales del Servicio de Inteligencia Naval. Unos pocos sobrevivimos; los más sólo pueden reclamar memoria y justicia a través de nosotros porque ya no están. Fueron asesinados por personal naval después de toda clase de padecimientos, dentro y fuera de esa casa, la casa de Thames y Panamericana".
Para comprobarlo basta revisitar los siguientes enlaces:
Evidentemente alguien miente aquí... pero que cada persona saque sus propias conclusiones, el veredicto lo dejamos a vuestro criterio.
Lo cierto que es que en Thames y Panamericana, donde el Intendente Posse declara que no pasó nada y que nada puede comprobarse, se violaron los Derechos Humanos, se mantuvo en cautiverio a personas de manera ilegal, se ejerció el terrorismo de Estado, hombres y mujeres fueron violados y ultrajados, se torturó, se asesinó. Se privatizó el predio y se hizo a sabiendas de que la Ley Provincial 13.584 lo prohíbe, se engañó a los vecinos, se arrasó con una hectárea de espacio verde y se dejó a los chicos sin parque. Creemos que ya no queda mucho más por agregar...
Durante todos estos meses simplemente hemos estado presentando la tesis (a través de investigaciones periodísticas, documentación y testimonios de ex detenidos) y también la antítesis (la versión oficial del Municipio), ahora, que cada uno elabore su propia síntesis.
"Los muertos demandan a los vivos: recordadlo todo y contadlo; no solamente pera combatir los campos sino también para que nuestra vida, al dejar de sí una huella, conserve su sentido." TZVETAN TODOROV
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