miércoles, 5 de septiembre de 2012

Los fantasmas del pasado persiguen al intendente Posse

Hacen oficinas en el ex búnker de Massera y los empleados ven fantasmas

Posse vendió al margen de la ley la casa del dictador, que funcionó como centro clandestino de detención. Los sucesos que el dinero no pudo tapar.
Por Guillermo Zanetto

No tuvo la siniestra fama de otras sucursales del horror como la ESMA, el Vesubio o el Pozo de Banfield. Sin embargo, La casa SIN (Servicio Inteligencia Naval) o casa del COARA (Comandante de la armada) de Villa Adelina fue uno de los escenarios en donde el terrorismo de estado –bajo la figura del dictador Emilio Massera- manejó a su antojo y voluntad la vida y muerte de quienes caían en sus manos durante esa época nefasta de nuestra historia reciente.

Sin embargo, el predio no llegó intacto hasta nuestros días porque el municipio a cargo de Gustavo Posse no sólo negó siempre las incontrastables evidencias de lo que allí funcionó, sino que además incumplió las leyes de preservación histórica y vendió el terreno para que se construyan oficinas por la módica suma de 14 millones de pesos, destruyendo su promesa de utilizar el lugar para hacer un campo de deportes abierto a la comunidad. Hoy los trabajos están casi terminados y algunas empresas –como Páginas Amarillas, según pudo saber 24CON- ya se instalaron en los nuevos edificios.

De la casa de fin de semana que el dictador convirtió en su propio búnker de torturas no queda nada. Los calabozos subterráneos, túneles y el parque –siempre custodiado por un alto muro perimetral- fueron arrasados y hoy hay dos moles espejadas gigantes separadas por un playón con una fuente. Un emprendimiento millonario que trató de enterrar el pasado pero no pudo, por un lado, por la memoria de los vecinos que se niegan a olvidar. Por el otro, por una serie de inexplicables sucesos que afectan a los trabajadores de esa nueva construcción.


Pasado nefasto
Desde hace mucho tiempo algunos vecinos de San Isidro junto a organismos de derechos humanos reclaman por la señalización y preservación de los centros clandestinos de detención de personas que existieron en el distrito (Ver Nota “Por qué Posse quiere ocultar los Centros de Detención Clandestinos de San Isidro).

Allí figuraba la Casa SIN de Thames y Panamericana y una descripción de ese centro de “paso” para detenidos que luego eran derivados a la ESMA o a otras dependencias ilegales de la dictadura. En los juicios por lo sucedido en la escuela de mecánica, se nombra a este “anexo” que formaba parte de la estructura represiva. Incluso en una nota publicada en el Diario Página/12 en 1998 ya relataba el pasado de ese lugar gracias al testimonio de ex conscriptos que prestaron servicio ahí (ver nota).

En noviembre de 2010, antes de que se concrete la venta del predio y comiencen las obras, 24CON visitó la Casa SIN y recopiló el testimonio de vecinos sobre la historia de ese lugar (Ver nota “Se vende la casa de Massera y se "borra" la memoria del horror"). Incluso este diario se comunicó con la escritora Pilar Calveiro, quien estuvo secuestrada allí por la dictadura y cuyo testimonio reconstruyó lo que sucedía en esa casa:

La casa de Thames y Panamericana fue la primera escala de muchos secuestrados del SIN, posteriormente enviados a la ESMA. Los llevaban allí cuando recién eran detenidos o bien cuando formaban parte de alguna operación que se intentaba mantener bajo reserva, por lo menos por un tiempo. Diferentes cuartos de la casa e incluso los baños se utilizaron para encerrar a los prisioneros, custodiados por una docena de oficiales y suboficiales del Servicio de Inteligencia Naval. Unos pocos sobrevivimos; los más sólo pueden reclamar memoria y justicia a través de nosotros porque ya no están: fueron asesinados por personal naval después de toda clase de padecimientos, dentro y fuera de esa casa, la casa de Thames y Panamericana” (fragmento del testimonio)

A pesar de estas evidencias en primera persona, el municipio negó -por medio de diferentes comunicados oficiales- tener conocimiento de lo sucedido en ese predio y lo vendió por una cifra cercana a los 15 millones de pesos a “Emprendimientos inmobiliarios Sudamericana S.A”, quién inmediatamente comenzó a construir en el terreno.

Pericias que llegan tarde
El año pasado, después de que empezaran los trabajos en ese predio municipal vendido a un privado, el juez federal Sergio Torres impuso una medida de no innovar en el terreno –la segunda si se cuenta una anterior dispuesta en 2008- y nombró al Equipo Argentino de Antropología Forense al frente de las pericias a realizarse en el lugar. Sin embargo, los resultados no encontraron restos humanos.

“Las pericias determinaron que no hallaron restos óseos humanos en la mitad del predio que estaba intacta, en la zona donde estaba la pileta”, explicó a 24CON Raquel Witis, miembro de la Comisión por la Memoria la Verdad y la Justicia Zona Norte. En la otra zona, las excavaciones ya estaban avanzadas y se habían llevado varios camiones de tierra. “Nunca se va a saber si antes de que empezaran los trabajos y se remueva la tierra había alguna prueba o resto humano en ese sector del predio”, se lamentó.

Entre los dos gigantes edificios de oficinas, adornados con una fuente, cruza un viaducto sobre el que no se puede construir, parte del laberinto entubado que fue utilizado durante el “robo del siglo” al Banco Río. También podría haber sido utilizado en los años de plomo para deshacerse de evidencia, aunque ya no se podrá comprobar.

De la misma forma, Raquel Witis aseguró que ya están avanzadas las conversaciones con la empresa dueña del terreno, el municipio y la Secretaría de Derechos Humanos para poder instalar la señalización correspondiente a estos sitios, tal y como lo dispone la Ley provincial N°13.584 y la Ley Nacional Nº 26.691, en las mismas normas donde se insta a preservar estos lugares. Esta vez no se pudo.

Memoria y mensajes “inesperados”
La nueva construcción dividió la opinión de los vecinos de Thames y Panamericana. Algunos, vieron que sus propiedades se revalorizaron con el emprendimiento y los comerciantes se benefician con el movimiento de personas. Sin embargo, los residente más antiguos todavía recuerdan los disparos en la noche, los misteriosos camiones que entraban y salían, los militares cortando la calle cuando había “visita oficial” y la promesa, una vez restituida la democracia, de convertir el lugar en un centro de esparcimiento público. Promesa que el Clan Posse –padre e hijo que ocuparon el cargo de intendente- no cumplió.

Desde que comenzaron las obras se abrió un nuevo capítulo y es el de las experiencias “extrañas” que cuentan los trabajadores del lugar. Según los relatos, son frecuentes los ruidos inexplicables, como así también vigas que cambiaban de posición de un día para el otro sin que nadie entienda cómo puede suceder.

“Los obreros te cuentan cosas que son creer o reventar, tienen bastante miedo y más cuando se enteraron lo que fue este lugar”, explicó uno de los vecinos a este medio que prefirió mantener el anonimato. “Un albañil vio la figura de un hombre militar vestido con ropa de gala y uno de los pintores me relato que estaba solo y escuchó un estruendo del otro lado del vestuario, con gritos y arengas, pero cuando salió no había nadie”, dijo.

“Son personas que conocemos porque vemos todos los días y no tienen por qué mentir, porque incluso algunos de los obreros dejaron de venir a trabajar y otros están con licencia”, aseguró, aunque esta versión no pudo ser confirmada con la empresa contratista. Pero off the record todos los que trabajan ahí confiesan haber “oído hablar”  de lo que sucede.

La única certeza es que, si se perdieron elementos y datos probatorios por no poder preservar el terreno ya que los intereses económicos fueron más fuertes que la voluntad del municipio por saber la verdad, lo único que resta es procurar que por lo menos se cumpla con la señalización para preservar la memoria de todos los lugares que formaron parte de la maquinaria asesina de la dictadura. Un pequeño homenaje a los que ya no están para hacerlo.

29 de agosto de 2012

http://24con.infonews.com/conurbano/nota/72888-destruyen-el-bunkerde-masserayvenfantasmas/

martes, 14 de agosto de 2012

LA INCREIBLE HISTORIA DE "LA CASA DEL SIN"



Por Norberto Gómez
Los vecinos lo conocen como el "campo de deportes número 5", una lengua de tierra pelada, recostada sobre la Panamericana, en Villa Adelina; una barriada de casitas, viviendas de suboficiales y un campo de golf, el de la Marina. El perfil cambiará, seguramente, cuando tras su salida a la venta como parte del "Plan de Reestructuración de las Fuerzas Armadas", los links pasen a manos privadas. Sin embargo, tal como está, el paisaje ya había cambiado para los conscriptos que, entre 1975 y 1976 custodiaron la enorme casa (a la que por darle alguna filiación podría definirse como californiana) levantada en el predio del actual campo de deportes número 5. Los conscriptos nunca supieron por qué debían hacer celosas guardias allí, ni tampoco por qué la casa tenía dos piscinas, tantas duchas y orificios de bala en las puertas. Pero la curiosidad no pasó de una sospecha reactualizada en cada una de las cenas de camradería. Hace días, uno de esos antiguos conscriptos repitió la historia ante Página/12. El resultado fue una pesquisa y un hallazgo: debajo del campo de deportes todavía están los restos de "la casa del COAR", o "la casa del SIN", el centro de torturas utilizado por el Servicio de Inteligencia Naval como paso previo a la internación de prisioneros en la ESMA.



Recuerdos de la muerte

Es domingo y el ex conscripto clase 1953 del Batallón de Seguridad del COAR, con sede en el edificio Libertad de la Armada, conduce su auto por la Panamericana camino de Tigre en compañía de su esposa. Durante el viaje prometió mostrarle aquella casa de Villa Adelina de la que tanto le habló y que últimamente lo ronda como una obsesión; "está a la altura del puente de Thames", le dice en la curva del Acceso Norte. Siete minutos después, el ex conscripto aminora la velocidad y busca, en vano, el chalet de estilo americano que custodió en interminables noches de vigilia y desconcierto. Por un momento cree que él y sus compañeros fueron protagonistas de un mal sueño. Es inútil que su mujer trate de convencerlo de la posibilidad de un error, "no, era aquí", se empecina él mientras busca el cambio de sentido para volver por la colectora. Cuando estaciona el auto en la calle Tupac Amaru --una de las laterales del predio-- comprueba, estupefacto, que allí sólo hay un rancho, un caballo atado a un árbol y dos perros ladradores. Sin embargo, y para ahuyentar los fantasmas de la paranoia, corrobora la existencia de los muros de lajas donde se apostaban durante las guardias. Pero nada más, ni rastros de las dos piletas de natación que completaban la suntuosidad de la casa.

Desde entonces, los ex conscriptos de la clase 53 del Batallón de Seguridad del COAR tienen un enigma añadido para tratar de develar en sus cenas anuales. Si nunca supieron qué habían vigilado en aquella casa de Villa Adelina --siempre vacía, sólo utilizada por los suboficiales en sus parrandas con las ruteras de la Panamericana--, ahora también tienen para elucubrar una sospecha más urticante: su desaparición. Cuando afinaron la memoria, uno de ellos recordó que en el '75 --en plena orgía de la Triple A-- un día reforzaron la vigilancia porque iba a llegar un ministro del gobierno de Isabel; de inmediato los demás aportaron más detalles, el helicóptero que descendió en el extenso parque y el misterio que cubrió aquella visita. Sin embargo, ninguno pudo averiguar la identidad del funcionario. Un dormitorio inmenso, con espejos; una cocina como la de un hotel, con vajilla a estrenar; lujosos muebles sin uso aparente; un garaje en el subsuelo..., fragmentos de imágenes que los ex conscriptos trataron de recomponer en busca de alguna pista. Uno de ellos se puso en contacto con Página/12.


Ventilaciones de los calabozos subterráneos

Disparos en la noche

Cuando se fue de Siemens don David habilitó un almacén en una parte de su casa --en la calle Tupac Amaru de Villa Adelina-- y desde entonces atiende a los vecinos de la zona, muchos de ellos del cercano barrio de suboficiales de la Marina. El almacén de don David está justo enfrente del terreno donde alguna vez se erigió la casa de estilo americano que custodiaban los ex conscriptos del Batallón de Seguridad del COAR. "Esa casa fue construida por el año '70 --dice don David-- y fue demolida por el '83, un poco antes del gobierno de Alfonsín". Aunque con reticencias, don David recuerda que, cuando la demolieron, "con una de esas máquinas que manejan una bola enorme", quedaron al descubierto tres subsuelos "donde parecía haber como calabozos o algo parecido". La mujer de don David añade otro dato: "Ahí entraban camiones, traían gente... Cuando la destruyeron, sacaron los inodoros, los lavatorios, los marcos de las ventanas y los pusieron aquí, en la calle, para subastarlos".

Nicola Provenzano es un viejo vecino de la calle Tupac Amaru que tuvo una relación especial con los suboficiales que, a partir de 1976, se hicieron cargo de la custodia de la casa. "En esa época uno vivía más tranquilo, mi mujer y yo nos íbamos de vacaciones a Mar del Plata, seguros de que los chorros por allí no aparecían. A cambio de que me miraran la casa yo les decía, menos plata pídanme lo que quieran, y les daba limosnas, lechugas, tomates..., del huerto ¿sabe?". A veces, por las noches, Nicola Provenzano escuchaba disparos; "¿sabe lo que me decían?, que mataban ratones a tiros, me decían".

Un rancho, un caballo y dos perros, el dueño de todo eso es Oscar, "Oscar, nada más". Oscar lleva doce años instalado en el terreno donde estuvo la casa que tanto desveló a los ex conscriptos del COAR, "soy el cuidador, estoy acá al servicio de la Municipalidad de San Isidro, para que esto no se convierta en una villa", explica. A pesar de su desconfianza, mueve una piedra y descubre un pozo en la tierra; "ve --dice--, parece que todo este terreno es como un queso gruyere, la gente del barrio comenta que hay túneles, incluso gente enterrada aquí mismo". El pozo, de un metro de profundidad, parece darle la razón: en un costado se advierten restos de ladrillos ensamblados. En otros puntos del terreno, distantes de donde estuvo la casa, el pasto no alcanza a ocultar tubos similares a los utilizados en la ventilación de subsuelos.


Juegos de Invierno

El rastreo entre los organismos de Derechos Humanos no arroja ninguna pista segura sobre la casa de Villa Adelina, tampoco figura en el Nunca Más. Al fin, un párrafo en la página 11 del testimonio de Lila Pastoriza en el juicio a las juntas militares señala: "En la época de mi secuestro, los prisioneros del SIN eran llevados para su interrogatorio y tortura a una casa del grupo, asignada a tales fines (ubicada, según algunos secuestrados, en Villa Adelina o Boulogne). Sólo una vez que la faz crucial de esta etapa quedaba agotada, eran conducidos a la ESMA y recluidos (por lo general en "capuchita") hasta el momento de su traslado. De este modo, el SIN se aseguraba el monopolio de la información arrancada a sus prisioneros para usarla en nuevos operativos represivos". La memoria de Lila Pastoriza acabaría por completar el puzzle que desvelaba a los ex conscriptos del Batallón de Seguridad del COAR.

"Se la conocía como la Casa del SIN (Servicio de Información Naval), aunque también como la Casa del COAR o la Casa del Comandante, se trataba de una casa operativa del SIN y, según mis informaciones, funcionó activamente entre junio y septiembre de 1977". Según detalla Pastoriza, "la Casa del SIN" se inscribe en el distanciamiento que se produjo entre el SIN y el GT3, con asiento en la ESMA, "como consecuencia de que el GT3 gana en poder y en autonomía dentro de la estructura represiva". Esas contradicciones aumentan a partir de mayo de 1977, "en torno a la disputa por la autoría de un operativo en Haedo, en el que muere Julio Roqué, dirigente montonero". Por esas fechas el capitán de navío Jorge "Tigre" Acosta, oficial de la mayor confianza del almirante Massera, construye su particular servicio de inteligencia, ocupando misiones que eran propias del SIN. Por contrapartida, el SIN, comandado por el capitán Eduardo Osvaldo Invierno, organiza grupos operativos al mando del capitán de navío Luis D'Imperio, en una virtual competencia con el GT3; es entonces cuando entra en pleno funcionamiento la casa de Villa Adelina. Una durísima casa de tormentos por la que pasaron el ex guardamarina Mario Galli (integrante del puñado de flamantes oficiales de la Armada que, encabezados por Julio César Urien, apoyó el retorno de Juan Domingo Perón), su esposa Patricia Flyn, su madre Violeta Wackner y su hija Marianela, de dos años. Salvo Marianela, que fue devuelta a su familia, los demás ya no están para contarlo; se sabe que a Mario Galli lo torturaron con un perro adiestrado y que luego, como advertencia de lo que ocurría con los infieles, lo exhibieron ante un grupo de oficiales. Por allí, entre otros, también pasaron Alberto Villelia, Adolfo Infante Allende, Gloria Kehoe, Rodolfo José Lorenzo, Viviana Esther Cohen, Edgardo Moyano, Claudio Samaja, Alejandro Odell, Marcelo Reinhold y su mujer, Susana Silver, embarazada, quien parió una nena en el hospital Naval, en enero de 1978. Todos los integrantes de ese contingente de detenidos fueron trasladados. La niña, hoy de 21 años, sigue en paradero desconocido.

La próxima vez, cuando vuelvan a encontrarse para celebrar su tradicional reunión anual, los ex conscriptos clase 1953 del Batallón de Seguridad del COAR habrán dilucidado la incógnita que los persiguió durante 22 años. Eso sí, acaso no puedan cenar.


Vaivenes de San Isidro

La Casa del SIN, un chalet de estilo americano en Villa Adelina, fue construida en 1970 sobre un terreno perteneciente a la Armada. El intendente de facto de San Isidro --partido al que pertenece Villa Adelina-- era el capitán de fragata Cristian Beláustegui. En 1972, Beláustegui fue reemplazado por Pedro Llorens. Tras las elecciones de 1973, Norberto Gabino, del PJ, ejerce la intendencia democrática. En 1974, bajo la presidencia de Isabel Perón, se nombra interventor a Abel Varela. En marzo de 1976 la junta impone al coronel Ernesto Noguer al frente del municipio, quien, tras la derrota de Malvinas, es sustituido por Carlos Galmarini, pariente del diputado neomenemista Fernando "Pato" Galmarini. En 1983, la Casa del SIN fue demolida y sus sanitarios subastados. El actual intendente de San Isidro, Melchor Posse, UCR, quiere cumplir una vieja promesa: convertir el predio en el Campo de Deportes Nro. 5.    


La vida del capitán Invierno

Por Susana Viau
La "casa del COAR", o "casa del SIN", fue escenario del conflicto que el Servicio de Informaciones Navales mantuvo con uno de sus antiguos jefes, llegado a comandante del arma: el ex almirante Emilio Massera. Desde 1976 y hasta los primeros meses de 1977, la inteligencia naval estuvo en manos de un hombre de Massera, el capitán de navío Eduardo Osvaldo Invierno, un apellido tan singular que dio pie a que muchos pensaran que "el capitán Invierno" no era más que el nom de guerre de alguno de los torturadores de la ESMA, un seudónimo inspirado en la ficción, como el "Capitán Tormenta" o el "Capitán Trueno". Mucho menos que eso, Invierno, nacido el 8 de agosto de 1929, había entrado a la Armada en 1947. Era uno de los miembros de la promoción 79, uno de los últimos en las calificaciones, el número 120 entre los 140 guardiamarinas egresados. Muy lejos de Horacio Zaratiegui que se había situado en el segundo puesto y muy lejos, asimismo, del número 10 que el ex almirante Massera había obtenido en la promoción 73.


Pese a una performance tan baja, fue a Invierno a quien Massera confió la jefatura del Servicio de Inteligencia Naval en 1976, un empleo que ocuparía hasta el mes de mayo de 1977. No era habitual que alguien con el grado de capitán de navío estuviera al frente del espionaje de la Armada y por eso y por su dependencia de Massera, Invierno no contaba con grandes simpatías en el almirantazgo. A mediados del '77, Invierno fue reemplazado por el contralmirante Demetrio Casas, un oficial que no pertenecía a inteligencia y cuya función iba a tener, en realidad, la marca de un interinato. A él lo sucedió su segundo, Eduardo Girling, y a éste Armando Lambruschini. Después de Lambruschini, en los 80, el cargo pasó a manos de Walter Allara. Con Casas, el SIN recuperó la tradición jerárquica de su jefatura, pero perdió atribuciones: el cortocircuito determinó que el GT avanzara sobre las operaciones, interrogatorios, disposición sobre vida y muerte de los detenidos, y tuviera epicentro en al ámbito de la ESMA. Allí, con la supervisión de Rubén Jacinto Chamorro, el capitán Eduardo "Tigre" Acosta se convirtió en el virtual dueño de un aparato paralelo de inteligencia: el GT3. Al mando de los grupos operativos del SIN estuvo el capitán Luis D'Imperio y entre los oficiales interrogadores se destacaba por su ahínco el teniente Francisco Lucio Rioja, alias "Fibra". No exige un esfuerzo de imaginación adivinar a qué virtudes castrenses aludía el seudónimo.

Se presume que Invierno es el hombre con quien el teniente de marina Jorge Alberto Devoto fue a entrevistarse el 21 de marzo de 1977 al edificio Libertad. Devoto sólo quería saber la suerte de su suegro, el ex juez platense Antonio Bettini, secuestrado tres días antes. No podía sospechar que jamás regresaría de esa entrevista. Reciclado en la democracia, Invierno reapareció entre las huestes del Grupo Alem, junto a Raúl Guglielminetti.

Fuente:
http://www.pagina12.com.ar/1998/98-08/98-08-17/index.htm
http://www.pagina12.com.ar/1998/98-08/98-08-17/pag11.htm

NDR:  Cabe aclarar que estos artículos datan de agosto de 1998, 12 años después de redactado este artículo el actual intendente Gustavo Posse, en sociedad con el Grupo Simpa (Colony Park) resolvió vender el predio a una corporación anglo-americana para que construya un complejo de oficinas.

La Municipalidad de San Isidro, en agosto de 2010 emitió un comunicado según el cual, los hechos aquí narrados nunca ocurrieron, y según el cual también el predio siempre fue baldío.
http://msiprensa.blogspot.com.ar/2010/08/panamericana-y-thames.html

La vieja promesa de Melchor Posse de convertir el predio en un campo de deportes jamás se cumplió...

viernes, 20 de abril de 2012

Multitudinaria manifestación de vecinos de San Isidro


Tal como estaba previsto y en una verdadera fiesta cívica, el pasado martes y con una masiva concurrencia, vecinos y vecinas de toda la comuna se manifestaron pacíficamente en el centro de San Isidro en repudio a la represión injustificada y la política implementada por el intendente en los últimos años, con privatizaciones compulsivas contra la voluntad de los vecinos, en condiciones poco claras y para nada favorables a los ciudadanos del distrito en cuanto a calidad de vida, espacios verdes y pérdida de patrimonio y bienes públicos, tales los casos emblemáticos del viejo hospital, thames y panamericana o el mismo bosque alegre.

Los vecinos prometieron que esto no termina aquí, sino que recién empieza.


http://www.lanoticia1.com/noticia/san-isidro-marcha-contra-posse-por-represion-en-el-bosque-alegre-28683.html


http://www.26noticias.com.ar/vecinos-contra-la-tala-de-bosque-alegre-ya-perdimos-15-de-sus-3-hectareas-150390.html

http://www.lanoticiaweb.com.ar/noticia/20762/multitudinaria-manifestacion-por-el-bosque-alegre

http://www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-192134-2012-04-18.html

viernes, 13 de abril de 2012

No se escape Sr. Intendente


Desde nuestro humilde lugar nos preguntamos hasta cuando el municipio de San Isidro seguirá tocando fondo? hasta cuando los vecinos seguiremos recibiendo golpes bajos? más cuando vemos que los móviles municipales que nosotros pagamos con nuestros impuestos y que debieran proteger a los ciudadanos, se concentran en un lugar para proteger a una corporación privada y reprimir a los mismos contribuyentes violando todas las normas de un Estado de Derecho.


Pero para nuestro asombro quien debiera dar las explicaciones del caso, debemos entender que se escapa de los vecinos? Por lo menos eso es lo que se desprende del relato que copiamos a continuación con foto incluída (imagen que ya recorre todas las redes sociales)

Cita:
 ..."Hoy fue la primera sesión del concejo deliberantes de San Isidro, en la cual se trataron un montón de temas importantes que ya están subidos en la pagina de ConVocacion por San Isidro."


"Pero lo mas importante que quiero destacar, es lo que se ve en esta foto de celular. Es a nuestro INTENDENTE GUSTAVO POSSE escapándose de la sesión. No tuvo ganas de dar el discurso inaugural, o se sintió presionado por diversas personas que se presentaron a la sesión.

GRACIAS A LA SUERTE QUE TENEMOS, la vicepresidenta de ConVocacion lo pudo interpelar. Les acompaño el relato textual de ella y la foto".


"Sobre la calle 9 de julio, saliendo de la puerta de al lado del viejo concejo, me encuentro a Gustavo Posse hablando con un colaborador. Quedé muy sorprendida y atiné a pedirle si le podía sacar una foto (la tiene Felipe). Le pregunté porqué no estaba en la 1er sesión Ordinaria del HCD. Me responde "estoy de licencia", sorprendida le comento "pero no es parte de la democracia que usted esté ahi?", y "además qué tipo de licencia tiene"? "Me voy de viaje, cumplo 20 años de casado". En el interín, gente del bosque alegre viene marchando desde 25 de mayo y dobla en 9 de julio, cuando Posse ve que se van acercando se mete rápito en un auto, me mira y me dice "gracias, a tu disposición".


"EL INTENDENTE ESTABA EN EL EDIFICIO CONJUNTO A DONDE TENIA QUE DAR EL DISCURSO INAUGURAL. No tengo mas nada que decir, se escapo cuasi corriendo."
Crédito de la foto: FVN

Violencia es mentir

Después de los lamentables dichos del Concejal Fontanet de la agrupación oficialista local "San Isidro Es Distinto" solo podemos decir que huelgan los comentarios. Pero también hay imágenes que valen más que mil palabras... En la portada de Diario Popular vemos como una vez más el municipio es noticia por un escándalo, lo más oportuno es la imagen elegida por los editores del diario, donde vemos claramente cómo un funcionario municipal, un empleado del intendente Gustavo Posse agrede a un vecino.

Como vecinos y contribuyentes exigimos la renuncia de este Concejal e instamos (en caso de que sus dichos sean ciertos) a los asesores letrados de las distintas asambleas a iniciar acciones judiciales contra este legislador por mentirle a la opinión pública, falsedad ideológica e incumplimiento de deberes de funcionario público. Es más si tiene un mínimo de dignidad, que el Sr. Fontanet el lunes a primera hora presente su renuncia.

Por otra parte desafiamos a los representantes del ejecutivo municipal a debatir en una audiencia pública, la supuesta "política de recuperación de espacios públicos, la transparencia de la gestión, el cuidado del medio ambiente y la creación de nuevas áreas para uso público" tal como pregona el Concejal Fontanet, tomando como ejemplo el Viejo Hospital, el Predio de Thames y Panamericana, el parque Arenaza, y el Bosque Alegre.

"Lamento que la terquedad e irracionalidad de unos pocos, que no representan la opinión mayoritaria de los vecinos de San Isidro, pretendan generar, con mentiras y actitudes violentas, un manto de sospecha sobre una política deportiva y de recuperación de espacios públicos totalmente transparente que procura armonizar el cuidado del medio ambiente, con la creación e incorporación de nuevas áreas para el uso público de nuestra población".  Pablo Fontanet (Agrup. San Isidro es Distinto-Gobierno Municipal)

Las patas de la mentira

Pablo Fontanet, edil oficialista de San Isidro, brindó su opinión en RN de lo que sucedió ayer en "Bosque Alegre"; donde un grupo de asambleistas se pelearon con la policía sanisidrense para evitar que éstos continuaran trabajando en el predio que, para ellos, "estaba siendo desmontado brutalmente por el municipio". El edil aseguró que "ayer se vivió una situación lamentable".

Pablo Fontanet explicó el origen de cómo se desarrollaron los hechos para que desencadene en la problemática que sufrieron ayer, tanto vecinos de San Isidro, como funcionarios del Ejecutivo municipal. "Ayer en Bosque Alegre se vivió una situación lamentable. El año pasado la Municipalidad firmó un convenio con el CASI, a fin que este Club realizara unas canchas en esos terrenos y su mantenimiento durante el plazo del convenio. Canchas que se incorporaban al Campo de Deportes Municipal Nº 6, que utiliza la comunidad de San Isidro, particularmente del bajo, y distintas instituciones de la zona. El CASI lo utilizaría en los horarios que no lo ocupaba la Municipalidad. Esta mejora de instalaciones y en la oferta deportiva para niños de nuestra comunidad no representaba erogación alguna del Municipio".

Y siguió relatando: "Cuando el club comenzó los trabajos y realizó el corte de algunos árboles, inmediatamente se solicitó la interrupción de esos trabajos. A partir de ahí se forma una Asamblea que, sistemáticamente, se opuso a que se realizaran trabajos en el predio, el cual, vale aclarar, es de dominio municipal".

A su vez, el edil oficialista reiteró que "los miembros de la Asamblea fueron recibidos en reiteradas oportunidades por funcionarios municipales y el propio Intendente quien se comprometió a que no se talarían más árboles y que se iba a limpiar el terreno (donde no hay árboles) para avanzar con el Campo de Deportes".

"No obstante, el compromiso asumido por las autoridades municipales y algunos miembros de la Asamblea, mantuvieron una posición hostil con el municipio - en algunos casos instados por militantes políticos y concejales opositores -, siguieron con sus protestas, generando sospechas infundadas y desinformando a la opinión pública con afirmaciones erróneas".

También mencionó sobre el accionar del Intendente: "Gustavo Posse cumpliendo el compromiso asumido con los vecinos firmó un decreto declarando Paisaje Protegido al área comprendida entre la costa del Río de la Plata, la calle Del Barco Centenera, la calle 1, y la margen derecha del Canal de Desagüe, y a partir de los 140 metros de la línea municipal de la segunda de las arterias mencionada y a partir del límite del predio del Centro Municipal de Exposiciones. Espacio que se suma a la Reserva Natural Municipal, a las barrancas del Museo Pueyrredón y de la Quinta Los Ombúes, y a la conservación y puesta en valor de cinco kilómetros de costa natural, las cuales son preservadas con distintos niveles de protección según su valor paisajístico y natural".

E hizo fuerte hincapié en los hechos de violencia que vivieron de parte de un grupo de asambleistas que nada tenían que ver con la protesta. "Estas acciones, que se fueron consensuando con vecinos, el día de ayer, cuando personal municipal quiso ir a limpiar el predio - para avanzar con las obras del Campo de Deportes -, un grupo reducido y radicalizado de la Asamblea, le impidió realizar sus trabajos, que no consistía en tala alguna, ni corte de árboles, sólo se limitaba a la limpieza de basura y corte de pastizales. Ante esta situación se hicieron presente distintos funcionarios municipales y concejales a fin de buscar un acuerdo con quienes impedían los trabajos, aclarándole que los mismos obedecían a los compromisos por las autoridades comunales y que no se talaría ningún árbol más de los que ya se habían cortado, pero los asambleístas mantuvieron una posición intransigente y se negaron a buscar una solución que permita al personal municipal realizar sus tareas".

En contrapartida de lo que aseveraron los asambleistas a este medio, Fontanet aseguró que "luego de más de 5 horas de diálogo y ante la postura dura de los Asambleístas, el personal municipal retomó sus tareas y un grupo violento de quienes realizaban la protesta Asambleístas comenzaron a agredir física y verbalmente a los empleados, funcionarios y a los agentes policiales que estaba velando por la seguridad del lugar y de las personas que estaban allí. Esta situación violenta -no deseada ni motivada por el municipio, que siempre estuvo dispuesto al diálogo y a la búsqueda de consensos-, provocó la intervención policial persuadiendo a los agresores de desistir de la actitud, permitiendo que los trabajadores municipales realizaran sus tareas pero, lamentablemente, ante la posición intransigente de los Asambleístas hubo algunos forcejeos con la policía, que no llegaron a mayores y se continuaron los trabajos iniciados".

Por último, dijo: "Lamento que la terquedad e irracionalidad de unos pocos, que no representan la opinión mayoritaria de los vecinos de San Isidro, pretendan generan, con mentiras y actitudes violentas, un manto de sospecha sobre una política deportiva y de recuperación de espacios públicos totalmente transparente que procura armonizar el cuidado del medio ambiente, con la creación e incorporación de nuevas áreas para el uso público de nuestra población". 
 
Fuente:
http://www.redaccionnorte.com.ar/PAGINAS/2012/Abril/san%20isidro-13-fontanet-responde-represion-bosque-alegre-oficialismo.html?fb_comment_id=fbc_10150827538928132_24103198_10150827583833132#ffa31cbf8